La Isla de Pascua te ofrece días de descanso o días de treking. Sin embargo, lo primero que tienes que hacer apenas pises la isla es visitar algunas de las muchas zonas arqueológicas. Te recomendamos ampliamente despertarte temprano en la mañana para que veas el amanecer en Agu Tongariki, con el sol lanzando sus rayos a través de 15 moáis. Cerca de aquí puedes hacer el Camino de los Moáis, un recorrido de una hora a través de la ruta que se usaba para transportar las cabezas colosales. Uno de los planes para un día es pasear por la parte sur de la isla, visitar el volcán Rano Kau y conocer la historia de los mitos rapanuis en las ruinas de Orongo. A final de la tarde, en Ahu Tahai, una pradera en la que te puedes acostar, podrás ver el sol ponerse en el oceáno Pacífico a través de tres estatuas.
Otro día, puedes visitar la parte norte de la isla, donde podrás visitar la Playa de Anakena, que es la más visitada y atractiva de la Isla de Pasca, pues es un pequeño rincón rodeado de palmeras traídas desde Tahití, agua cristalina y arena blanca. Te recomendamos viajar a la Isla de Pascua durante las dos primeras semanas de febrero, porque es aquí cuando se celebra la fiesta del Tapati Rapa Nui (“Semana de Rapa Nui”), la fiesta cultural de la isla. Qué mejor manera de conocer la historia, la artesanía, la cultura, la danza, la música de la isla. Por último, aunque la Isla de Pascua sea un gran museo, te recomendamos que visites el Museo Antropológico Sebastián Englert, montado por un sacerdote apasionado a la historia rapanui. Aquí podrás aprender la historia y la cultura de la etnia rapanui.